Automatización: Realizan tareas automáticamente, reduciendo la intervención humana.

Retroalimentación (Feedback): Monitorean constantemente el estado del sistema y ajustan las acciones en función de la información recibida.

Precisión y Consistencia: Proporcionan resultados precisos y consistentes, mejorando la calidad y eficiencia de las operaciones.

Programabilidad: Son configurables y pueden ser programados para adaptarse a diferentes condiciones y requisitos.

Eficiencia Energética: Optimizan el consumo de energía al ajustar automáticamente los parámetros para lograr un rendimiento óptimo.

Velocidad de Respuesta: Responden rápidamente a cambios en las condiciones del entorno o del proceso.

Integración de Sensores y Actuadores: Utilizan sensores para recopilar datos y actuadores para realizar acciones físicas, permitiendo la interacción con el entorno.

Supervisión Remota: Facilitan la monitorización y el control a distancia a través de tecnologías de comunicación.

Fiabilidad: Diseñados para operar de manera confiable y consistente durante largos períodos de tiempo.

Reducción de Costos: Contribuyen a la eficiencia operativa y a la reducción de costos a través de la automatización de procesos.