Autenticación: Verificación de la identidad del usuario a través de contraseñas, tarjetas, biometría u otros métodos.

Autorización: Concede o niega el acceso a recursos específicos basándose en los derechos y privilegios del usuario.

Auditoría: Registra y supervisa las actividades de acceso para revisión y seguimiento.

Seguridad física y lógica: Protege tanto el acceso físico a instalaciones como la entrada a sistemas informáticos y datos.

Flexibilidad: Permite la adaptación de políticas de acceso según las necesidades cambiantes de la organización.

Integración: Se integra con otros sistemas de seguridad y tecnologías para proporcionar una solución completa.

Gestión centralizada: Administración centralizada de políticas de acceso y usuarios para un control eficiente.