Hace más de 15 años, cuando sus socios fundaron Reactlab en Cuenca, Ecuador, el mercado ecuatoriano de equipos y reactivos para laboratorios clínicos estaba dominado por unos pocos jugadores. Ellos ofrecían una gama limitada de productos costosos, lo que dificultaba a los ecuatorianas acceder a diagnósticos adecuados. Es por eso que hicieron su misión mejorar los laboratorios clínicos mediante la importación de equipos y reactivos de alta calidad a precios asequibles. Sabiendo la importancia de la continuidad, también se especializaron en soporte técnico para garantizar que los laboratorios siempre pudieran seguir atendiendo a sus pacientes.