Organización: Diseño ordenado y estructurado que facilita la administración y mantenimiento.

Estándares: Cumple con normativas y estándares, como los de la TIA/EIA, para asegurar la compatibilidad y rendimiento.

Flexibilidad: Permite la fácil reconfiguración y actualización de sistemas sin cambiar la infraestructura básica.

Escalabilidad: Diseñado para crecer y adaptarse a las necesidades cambiantes de la red.

Fiabilidad: Minimiza interferencias electromagnéticas y garantiza una conexión confiable.

Documentación: Se proporciona una documentación detallada que facilita la identificación y resolución de problemas.

Consistencia: Utiliza componentes estandarizados para garantizar uniformidad y compatibilidad.

Versatilidad: Soporta diversas aplicaciones, como voz, datos y video, a través de un único sistema de cableado.

Seguridad: Incorpora elementos para proteger la integridad de la red y prevenir problemas de seguridad.

Eficiencia: Optimiza el rendimiento de la red al minimizar la pérdida de señal y garantizar la calidad de la transmisión.