Los reactivos utilizados en serología deben ser altamente específicos y sensibles para detectar marcadores específicos como anticuerpos o antígenos en sueros o fluidos biológicos. Estos reactivos deben tener baja reactividad cruzada con otras sustancias para garantizar resultados precisos. Además, la estabilidad y la reproducibilidad son críticas, ya que los resultados deben ser consistentes a lo largo del tiempo y entre diferentes lotes de reactivos. La facilidad de uso y la rapidez en la obtención de resultados son también características clave para su aplicación eficiente en pruebas serológicas.