Desde la creación de prototipos industriales hasta la fabricación personalizada de piezas médicas, la impresión 3D se aplica en sectores tan variados como la medicina, la arquitectura, la moda y la ingeniería. Su capacidad para modelar con precisión y detalle se traduce en la creación de maquetas arquitectónicas, prótesis médicas a medida, joyería única e incluso alimentos.